lunes, 9 de agosto de 2010

NO VENIMOS DEL TIEMPO...

No venimos del tiempo;
transitamos por él.

(¡Quién pudiera soñarse un Dios que nos reciba!)

Somos la hierba mala que crece en las praderas,
esa porción incomoda que le brota al paisaje,
la amargura de estar
sin atreverse a ser,
de ser
y no saber,
el corazón que abate todas las fronteras;
ese seguir andando
donde ya no hay camino;
ese echarse a volar
donde todo culmina;
esa conciencia eterna,
esa luz,
ese grito…

1 comentario:

Anónimo dijo...

La vez primera que leí este poema tuyo me recordó un soneto de Rubén Darío en alejandrinos, creo que te lo comenté.. aquel que comienza con el verso: "Dichoso el árbol que es apenas sensitivo".

La misma sensación de indefensión de lo humano deja, sobre todo del ser humano consciente de la imposibilidad de cambiar el mundo de acuerdo a lo justo, a lo razonable.., etc. porque no hay Verdad Absoluta, para mí que no creo en transcendencias, pero hay verdades que lo son más que otras