martes, 3 de agosto de 2010

ERES POLVO DE LUNA.

Eres
polvo de luna
hecho mujer;
azucenas de carne
derramadas
sobre el mar de las sábanas.

¿Quién dijo que pecar no es conveniente?
Ellos que saben
de esa corriente de plata cristalina
que fluye por tu piel
bajo la luna
de esta noche de abril;
ese anhelante oleaje de caricias
que navegan mi espalda
empujándola
a embrujados naufragios
de sirenas marinas.
¡Ay!;
cómo evitar perderse
entre la tibia marea de tus brazos,
cómo no extraviarse
por el manglar de algas de tu pelo,
cómo no embarrancar en tus abrazos,
cómo no naufragar entre la espuma de tus senos,
cómo no sucumbir a esa pendiente
que me lleva
por entre el cauce abierto de tus piernas
a tu vientre,
cómo no abandonarse a esa corriente
que me arrastra
por las vertientes de una sima sin fin
a lo infinito…;
y aunque sea pecado,
cómo no derramarse entero dentro,
y morir allí mismo,
en ese instante,
sin buscar otro destino
ni anhelar otro momento;
sólo morir allí,
sólo morir…

No hay comentarios: